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Viena, cuna de músicos


Hoy vamos a hablar de una de las ciudades más antiguas del viejo continente, una ciudad plagada de historia como es Viena.

Viena es una ciudad refinada en la que se valora la cultura y en la que se disfruta de una buena calidad de vida, o al menos esa es la impresión que consigue dar. Es una ciudad que rápidamente la identificamos con la música pero también con escritores y otros artistas.


Viena es la cuna de grandes músicos como Strauss, Schubert o el lugar donde vivieron Beethoven o, por supuesto, Mozart, y estos son solo algunos de los grandes compositores que han pasado por la ciudad. Además se pueden visitar gratis sus casas el primer domingo de cada mes.

Viena es la mismísima ciudad de la música, título que se ha ganado a pulso y si esto podemos agradecérselo a alguien es a los Habsburgo, aparte de a los músicos claro.

Siguiendo con la música, no podemos dejar de hablar de uno de los acontecimientos musicales del año: el Concierto de Año Nuevo, interpretado por la Orquesta Filarmónica de Viena. Es una de las retransmisiones más vistas del mundo teniendo una audiencia de, nada más y nada menos, que de 1000 millones de personas.


Una de las partes más esperadas del concierto es la Marcha Radetzky porque el director se gira y dirige al público en lugar de a la orquesta. Es una marcha que se toca siempre excepto en 2005 por solidaridad con las víctimas del tsunami de 2004.

Hemos hablado de música y de arte pero si hay un personaje íntimamente relacionado con la ciudad de Viena es Isabel de Baviera, o Sissi Emperatriz. Se han hecho varias películas de ella, incluso una de dibujos.

De esta emperatriz en contra de su voluntad se dice que era bastante depresiva y que estaba obsesionada con su físico, pero hasta el punto de pasarse andando 8 horas al día o solo comer fruta y pescado hervido. Como todo el mundo hablaba de su belleza quería estar siempre perfecta y por ello tardaban tres horas en peinarla y tres horas en vestirla. Además no era señorita de palacio y parece ser que el protocolo le tocaba bastante las narices.


Fue asesinada sin que prácticamente se diera cuenta porque un anarquista le clavó un estilete fingiendo que se había chocado con ella, pero ella creyó estar bien hasta que murió por hemorragia.

Otro de los motivos por los que decíamos antes que Viena es una ciudad de cultura es por la importancia que se le da a la lectura. Tienen algo que se llama “estanterías abiertas” que están por toda la ciudad y a las que cualquiera puede acercarse y coger un libro, aunque claro están todos en alemán.

Para acabar vamos a hablar un poquito de una de las cosas más interesantes de cada lugar, su gente. De los vieneses se dice que son gruñones, amantes de los animales, con un peculiar sentido del humor y un, también peculiar, amor por la muerte. Pero esto tendréis que comprobarlo por vosotros mismos.

Viena, cuna de músicos

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