Estambul y sus barrios
Turquía es un país especial, a medio camino entre Europa y Asia, entre la civilización occidental y la oriental. Por ello hoy vamos a hablar de una de sus ciudades más importantes: Estambul. Por ser la ciudad más grande y turística de Turquía a menudo se la confunde con su capital, pero lo cierto es que ese título le corresponde a Ankara.
Turquía es un país repleto de curiosidades. Por ejemplo, el primer hombre que voló del mundo era turco, en concreto vivía en Estambul. Se llamaba Hezaren Ahmet Çelebi y en el siglo XVII usó dos alas artificiales para volar desde la Torre Gálata hasta el distrito de Üsküdar.Viena, cuna de músicos
Seguro que habéis visto el típico ojo turco en collares, pulseras y normalmente en tonos azules. Bueno pues para los que no sepáis lo que significa, esto es más que una simple decoración ya que su función es la de proteger a aquel que lo posea del mal de ojo. Esto es porque se cree que cada vez que observamos algo o a alguien que nos parece bello sentimos envidia de manera consciente o inconsciente, esta se convierte en energía que al ser enviada a otra persona se convierte en dañina.
Si uno piensa en Estambul probablemente uno de los primeros lugares que se le viene a la cabeza es El Gran Bazar con sus 45.000 metros cuadrados. Pero este no es el único lugar en el que perderse por la ciudad. Estambul está lleno de barrios igual de especiales y no tan conocidos por los turistas. Barrios que te permiten realmente conocer y entender la ciudad y a sus gentes, como por ejemplo Faith, Yildiz, Karagumruk o Eyup.Viena es una ciudad refinada en la que se valora la cultura y en la que se disfruta de una buena calidad de vida, o al menos esa es la impresión que consigue dar. Es una ciudad que rápidamente la identificamos con la música pero también con escritores y otros artistas.
Uno de los monumentos que destacamos es la Torre de la Doncella, por la leyenda que encierra. Esta torre está situada en una pequeña isla frente a la costa del barrio de Üsküdar. En ella se dice que vivía un sultán al que le dijeron que su hija moriría a los 18 por una mordedura de serpiente. El sultán para evitar esto decidió encerrarla en la torre pero el día en el que cumplía 18 fue a visitarla con una cesta de frutas en la que, sin saberlo, estaba la serpiente.
Hablando un poquito de la gastronomía del lugar, en Estambul y en Turquía en general se bebe mucho té, de hecho es normal que te lo ofrezcan incluso los dueños de comercios cuando entras a mirar a su tienda. Y de postre es típico tomar una baklava con frutos secos o las famosas delicias turcas. Ambas aptas solo para los amigos del dulce.